El precio del oro alcanzó un nuevo máximo histórico y el aluminio subió después de que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara la imposición de aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio, generando turbulencias en los mercados financieros.
Ante la incertidumbre, los inversores recurrieron al oro como refugio seguro, lo que llevó al precio del metal precioso a aumentar más del 1% el lunes por la mañana, llegando a los 2.896 dólares (2.336 libras esterlinas) por onza, superando el récord registrado el viernes anterior. El oro ha estado en alza en las últimas semanas debido a la preocupación por el impacto de las políticas de Trump y ya ha ganado un 10% en lo que va del año, tras cerrar 2024 a 2.623 dólares por onza.
Por su parte, el precio del aluminio también experimentó un incremento, impulsado por temores de que los aranceles afecten la oferta y perjudiquen el crecimiento económico, lo que reduciría la demanda del metal. En la Bolsa de Metales de Londres, el contrato a tres meses del aluminio subió un 0,3% hasta los 2.635 dólares (2.122 libras) por tonelada.
Aranceles recíprocos e impacto en la industria
Trump declaró a los periodistas a bordo del Air Force One que los aranceles recíprocos se anunciarán entre el martes y el miércoles y entrarán en vigor de inmediato, igualando las tarifas impuestas por otros países. “Es muy simple: si ellos nos cobran, nosotros les cobramos”, afirmó el expresidente.
Canadá, Brasil, México, Corea del Sur y Vietnam son los principales exportadores de acero a Estados Unidos, mientras que Canadá se mantiene como el mayor proveedor de aluminio importado, según datos gubernamentales y del Instituto Americano del Hierro y el Acero.
El economista Daniel Hynes, estratega sénior de materias primas en el banco ANZ de Sídney, advirtió que los fabricantes estadounidenses enfrentarán costos más altos debido a los nuevos aranceles del 25%. “Estados Unidos depende en gran medida de las importaciones: alrededor del 40%-45% de su aluminio y entre el 12%-15% de su acero provienen del exterior”, explicó.
Por su parte, los analistas de Jefferies, Chloe Lemarie y Ben Brown, señalaron que si bien las nuevas tarifas sobre los metales podrían generar preocupaciones en la cadena de suministro de la industria aeroespacial civil, su impacto sería menor en comparación con la reciente restricción a la importación de titanio de origen ruso, que solía ser hasta tres veces más barato que sus alternativas.
Reacciones en Corea del Sur y Australia
En Corea del Sur, el Ministerio de Industria convocó una reunión de emergencia con productores de acero en Seúl para evaluar medidas que minimicen el impacto de los aranceles. Como respuesta a la incertidumbre, las acciones de Hyundai Steel, la siderúrgica más antigua del país, cayeron hasta un 2,9%. La empresa, que suministra acero para las fábricas de automóviles de Hyundai y Kia en Estados Unidos, ha indicado anteriormente que está considerando construir una nueva planta en territorio estadounidense.
Mientras tanto, el gobierno de Australia planea presionar por una exención de los aranceles impuestos por Trump. El primer ministro, Anthony Albanese, aseguró que apelará a la necesidad de un comercio “libre y justo” durante una próxima conversación con el expresidente estadounidense.
Movimientos en el dólar y la deuda de EE.UU.
El dólar subió un 0,2% frente a una cesta de monedas de referencia el lunes, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, que reflejan las tasas de interés, también registraron un leve aumento.
Trump también sorprendió el domingo al afirmar que su administración está investigando posibles irregularidades en los pagos de la deuda del Tesoro de Estados Unidos, insinuando que el país podría tener una deuda menor de lo que se cree. De acuerdo con el Departamento del Tesoro, la deuda pública de EE.UU. asciende a 36 billones de dólares, lo que equivale a más del 120% del PIB.
Según Trump, funcionarios de su administración han estado revisando los registros de pagos para identificar gastos innecesarios y ahora están analizando la deuda. “Incluso estamos revisando los bonos del Tesoro. Podría haber un problema allí, han estado leyendo sobre eso. Y podría ser un problema interesante”, comentó.
El expresidente insinuó que parte de la deuda podría ser fraudulenta: “Podría resultar que muchas de esas cifras no cuenten realmente. En otras palabras, algunos de esos datos que estamos encontrando podrían ser muy fraudulentos, lo que significaría que tenemos menos deuda de lo que pensábamos”.
Sin embargo, no quedó claro si Trump se refería al pago de intereses de la deuda o a otras obligaciones del gobierno administradas por el Departamento del Tesoro.
Los expertos han advertido que los recortes fiscales propuestos por Trump agregarían billones de dólares adicionales a la deuda nacional, según cálculos de organismos independientes de control presupuestario.
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